A mí me gustaría que jugases a los bolos con mis hijos en el pasillo, que cuando les llevases en coche al colegio por las mañanas les contases cuentos de aventuras, y que cada vez que les vieses entrar por la puerta corrieses a abrazarles como si llevases 10 años sin verles y empezases a saltar y a bailar de alegría.
Me gustaría que les transmitieses tu sabiduría, tus sueños y tus ilusiones para que tuviesen un ejemplo de persona extraordinaria a seguir. Que les ayudases a hacer los deberes y que los veranos en la casa de la playa les motivases a sentarse a estudiar al menos una hora al día porque “hay tiempo para todo”.
Me gustaría que les transmitieses ese amor que le tienes al vóleibol para que entiendan lo que es vivir el deporte, que les dijeses eso de “fuerza y concentración” cada vez que fuesen a realizar una prueba importante, y que siempre estuvieses ahí con tu cámara de vídeo capturando hasta el más mínimo detalle de sus vidas.
Me gustaría que les apoyases siempre, cuando las cosas les vayan bien y cuando su camino se tuerza, que les animases a seguir adelante y a ser cada día mejores personas, y que les empapases de tu afán por ayudar a los demás.
Me gustaría que les escribieses una carta cada Reyes recordándoles lo mucho que les quieres y lo orgulloso que estás de ellos; que creyeses en ellos, que les ayudases a potenciar sus talentos y que compartieses tanto sus alegrías como sus penas.
Me gustaría que cada vez que les metieses en la cama les remetieses como si estuviesen envasados al vacío, que les hicieses esos masajes en los pies que siempre terminan en cosquillas, y que te acostases a su lado cuando tengan pesadillas aunque sean las 3 de la mañana.
Me gustaría que siempre fuesen tu prioridad ante todo, que les fueses a recoger cuando salgan de fiesta porque sabes que no encontrarán mejor “chófer” que la persona que más les quiere en el mundo; y que pospongas, en la medida de lo posible, tus obligaciones para pasar más tiempo con ellos -aunque eso implique descansar menos por las noches porque te tienes que quedar trabajando.
Me gustaría que estuvieses siempre pendiente de su bienestar y de su felicidad, que les eduques en la solidaridad y el amor, y que les enseñes a ir siempre con el SÍ por delante.
Y me gustaría que hicieses todo esto con ellos, porque es lo que has hecho, sigues haciendo, y espero sigas haciendo por muchos años conmigo y no te puedo estar más agradecida por ello.
Y me gustaría que hicieses todo esto con ellos, porque es lo que has hecho, sigues haciendo, y espero sigas haciendo por muchos años conmigo y no te puedo estar más agradecida por ello.
Te quiero papá.
Elena Martín López
Elena Martín López