"En esta sociedad urge encontrar personas a las que les encante 'hacer piña', el trabajo en equipo y los abrazos en grupo. Y si la piña es colada, mejor, así siempre habrá un motivo por el que brindar. Porque puede parecer una simple fruta, pero ser piña también es una forma de vida. Es mantenerse siempre erguido y orgulloso de uno mismo, ser único y original, y no dejarse influenciar ni ser copia de nadie. También implica llevar corona, (hipotética o real, dependiendo del grado de locura al que esté acostumbrado cada uno), y convertirse en el rey o la reina de tu vida. Pero para convertirse en piña no solo vale serlo por fuera; una piña debe cultivarse en un huerto de valores, pues lo más importante no es ser apetecible por fuera, sino dulce por dentro. Te lo recomiendo, ¡¡APÍÑATE!!" (Elena Martín López).
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